e apetece un postre fresco, fácil y delicioso para los días de calor?
Esta tarta de yogur sin horno es perfecta para el verano: ligera, cremosa y personalizable.
Ideal para desayunos especiales, meriendas ligeras o como postre saludable tras una comida en la terraza.
Aquí te contamos cómo prepararla desde cero, con todos los trucos para que quede perfecta.
Tarta de yogur sin horno: la receta fresca perfecta para el verano
Con el calor del verano, encender el horno no siempre es una opción apetecible.
Por suerte, hay recetas frescas, ligeras y sin cocción que te permiten disfrutar de un postre delicioso sin pasar calor.
¿La mejor aliada? La tarta de yogur, una opción saludable, versátil y perfecta para compartir.
Ideal como desayuno diferente, merienda ligera o postre refrescante, esta receta es rápida, sin complicaciones y personalizable con las frutas que más te gusten.
¿Lo mejor?
No necesitas horno, solo unos pocos ingredientes y algo de paciencia para que repose en la nevera.
Vamos con la receta paso a paso.

Ingredientes
Para la base:
- 200 g de galletas secas (tipo digestive o de mantequilla);
- 100 g de mantequilla derretida (o margarina vegetal para una versión sin lácteos).
Para el relleno (crema de yogur):
- 400 g de yogur griego natural (o yogur blanco al gusto);
- 200 g de queso crema tipo ricotta o yogur cremoso;
- 150 g de azúcar glas;
- 200 ml de nata para montar;
- 2 cucharaditas de gelatina en hojas (o 1 sobre de gelatina en polvo);
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional);
- Ralladura de 1 limón:
Para decorar:
- Fruta fresca de temporada (fresas, frutos rojos, kiwi…);
- Hojas de menta fresca;
- Azúcar glas (opcional):
Preparación paso a paso
1. Preparar la base
- Tritura las galletas en un procesador hasta obtener una textura arenosa;
- Mézclalas con la mantequilla derretida hasta formar una masa homogénea;
- Coloca la mezcla en la base de un molde desmontable de unos 22–24 cm de diámetro, presionando bien para compactarla;
- Mete el molde en la nevera durante al menos 30 minutos para que la base se endurezca.
2. Preparar el relleno
- Hidrata la gelatina en agua fría durante 5–10 minutos (o sigue las instrucciones si usas gelatina en polvo);
- En un bol grande, mezcla el yogur, el queso crema, el azúcar glas, la vainilla y la ralladura de limón hasta que quede una crema suave;
- Monta la nata aparte hasta que forme picos suaves;
- Calienta 50 ml de agua, escurre la gelatina y disuélvela en el agua caliente. Deja enfriar unos minutos;
- Añade la gelatina disuelta al bol con la mezcla de yogur y remueve bien;
- Incorpora la nata montada con movimientos envolventes para no perder volumen.
3. Montaje y enfriado
- Vierte la mezcla de crema sobre la base de galletas ya fría;
- Alisa la superficie con una espátula y guarda el molde en el frigorífico durante al menos 4 horas, o hasta que cuaje por completo.
4. Decoración y presentación
Antes de servir, decora la tarta con fruta fresca cortada, disponiéndola con cuidado para lograr un efecto visual apetecible.
Añade unas hojitas de menta y espolvorea con un poco de azúcar glas si lo deseas.
¡Y lista! Sirve bien fría y prepárate para recibir elogios.
Cómo conservar la tarta de yogur
La tarta fría de yogur se conserva perfectamente en la nevera durante 4 a 5 días.
Para mantenerla en buen estado:
- Cúbrela con papel film o con una tapa hermética;
- Guarda siempre en el estante más frío del frigorífico;
- Evita dejarla expuesta al aire o cerca de alimentos con olores intensos.
Si quieres prepararla con antelación para una comida o cena especial, esta tarta es tu mejor aliada.

Conclusión
La tarta fría de yogur es la opción perfecta para disfrutar de un dulce saludable, refrescante y veraniego.
Prepararla es fácil, no necesitas horno y puedes personalizarla como más te guste.
Ideal para un brunch, una comida en la terraza o un desayuno especial.
Sabor suave, textura cremosa, ingredientes sencillos… ¿qué más se puede pedir?
Prueba esta receta y dale tu toque personal.
¡Tu verano merece también momentos dulces y equilibrados!
