a menopausia es una etapa marcada por importantes cambios hormonales que afectan la hidratación, el metabolismo, el sueño y los síntomas de la menopausia, como los sofocos, la sequedad, la irritabilidad y el aumento de peso.
Lo que bebemos tiene un impacto directo en cómo nos sentimos: algunas bebidas pueden ayudar a aliviar los síntomas, mientras que otras pueden intensificarlos.
Elegir bien es clave para mejorar la calidad de vida y mantener una buena salud en esta fase.
En esta guía encontrarás qué bebidas favorecen el bienestar durante la menopausia y cuáles conviene limitar para sentirte mejor cada día.

Bebidas que ayudan a aliviar los síntomas de la menopausia
1. Agua: la base de una buena hidratación
La hidratación adecuada es fundamental para reducir los sofocos y sudores nocturnos, mejorar la digestión y combatir la fatiga.
Durante la menopausia, el cuerpo tiende a perder más líquidos debido a los cambios hormonales, por lo que aumentar la ingesta de agua es esencial.
Además, el agua ayuda a mantener la piel hidratada, mejora la función renal y contribuye a controlar el aumento de peso.
Consejo: Ten siempre una botella a mano y bebe un vaso de agua antes de cada comida.

2. Infusiones e ingredientes naturales
Las infusiones son una excelente alternativa para mejorar el bienestar.
Algunas hierbas tienen propiedades calmantes y ayudan a regular la temperatura corporal.
Infusiones recomendadas:
- Salvia: ayuda a reducir los sofocos;
- Manzanilla: favorece la relajación y mejora el sueño;
- Té rooibos: libre de cafeína, rico en antioxidantes;
- Jengibre: mejora la digestión y reduce la inflamación.
Estas bebidas aportan confort sin afectar los niveles hormonales ni la calidad del sueño.
3. Leches vegetales y bebidas de soja
Las bebidas de soja, ricas en isoflavonas, imitan suavemente la acción de los estrógenos y pueden aliviar síntomas como los sofocos, la sequedad y los cambios de ánimo.
También aportan calcio, importante para prevenir la osteoporosis.
Otras alternativas vegetales como la leche de almendra, la avena o el arroz son opciones ligeras, fáciles de digerir y con menos grasa que algunas bebidas lácteas tradicionales.

4. Batidos con vitamina C, calcio y antioxidantes
Los batidos a base de frutas, verduras, yogur griego o bebidas vegetales aportan vitamina C, calcio, fibra y antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo, mejorar el estado de ánimo y apoyar el sistema inmunológico.
Ingredientes recomendados:
- Naranja, kiwi o fresas (vitamina C);
- Frutos secos y semillas (grasas saludables);
- Espinacas o kale (calcio vegetal);
- Semillas de lino (ácidos grasos omega 3).
Bebidas que conviene limitar durante la menopausia
1. Alcohol: el principal desencadenante de sofocos
El alcohol puede intensificar los sofocos, aumentar el riesgo de insomnio y alterar la regulación hormonal.
También afecta la presión arterial, eleva el colesterol y puede interferir en la absorción de calcio, aumentando el riesgo de osteoporosis.
Recomendación: Si decides beber, hazlo con moderación y evita el alcohol antes de dormir.
2. Café y bebidas con cafeína
La cafeína puede aumentar la frecuencia e intensidad de los sofocos y sudores, interferir con el sueño y aumentar la ansiedad.
Aunque no es necesario eliminar el café por completo, sí conviene reducir su consumo, especialmente por la tarde.
Alternativas: té rooibos, infusiones o café descafeinado.
3. Bebidas azucaradas y refrescos
Las bebidas con azúcar generan picos de insulina, lo que puede favorecer el aumento de peso, alterar el ánimo y causar más fatiga.
Además, aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, algo especialmente relevante en esta etapa de cambios hormonales.
Evítalas y opta por agua, batidos naturales o infusiones sin azúcar.
4. Bebidas energéticas y preparados ultraprocesados
Muchas bebidas industriales contienen aditivos, exceso de sal, edulcorantes o grasas invisibles que pueden empeorar la hinchazón, alterar el equilibrio hormonal y afectar la salud cardiovascular.
Lo ideal es elegir bebidas simples y con ingredientes reconocibles.
Además de una dieta equilibrada, los suplementos de calcio, vitamina D y omega 3 pueden ser útiles para apoyar la salud ósea y cardiovascular. Consulta con tu médico para determinar si son necesarios en tu caso.
Los alimentos ricos en calcio incluyen lácteos como leche, queso y yogur, frutos secos como almendras y nueces, verduras de hoja verde como la col rizada y algunos pescados como el salmón y las sardinas.
Las grasas saludables como las que provienen del aceite de oliva, aguacates, pescado graso y frutos secos son esenciales para mantener un equilibrio hormonal adecuado y mejorar la salud cardiovascular.
Alimentos ricos en fitoestrógenos como soja, frutos secos, semillas de lino y legumbres pueden ayudar a reducir la intensidad de los sofocos y equilibrar los niveles hormonales.
Alimentos ricos en omega-3 como el pescado graso, frutos secos y aceite de oliva ayudan a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Además, mantener un equilibrio de fibra con frutas y verduras ayuda a estabilizar el estado de ánimo.
Sí, el ejercicio regular es clave para mantener un peso saludable y combatir la pérdida de masa muscular. Actividades como caminar, hacer yoga y pilates son perfectas para mantener la energía y regular el metabolismo.
Sí. Los cambios hormonales pueden afectar la producción de estrógenos y serotonina, generando altibajos emocionales. Mantener una rutina activa, dormir bien y practicar respiración o meditación puede ayudar a estabilizar el ánimo.
Los snacks ricos en fibra como verduras frescas y yogur natural con frutas ayudan a mantener el peso bajo control y regulan el metabolismo.
Sí, el alcohol puede aumentar los sofocos, interferir con el sueño y contribuir al aumento de peso, por lo que es recomendable limitar su consumo.
Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres y alimentos con omega 3, ayuda a mantener el equilibrio hormonal y la salud ósea. Evitar el exceso de azúcares y ultraprocesados mejora la energía y el descanso.
Sí, puede influir en el estado emocional. Sin embargo, mantener hábitos saludables, hacer ejercicio y practicar meditación o mindfulness contribuye a una mejor salud mental y a una visión más positiva del cambio.






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